Crítica: Señales del Futuro (Knowing)

Alex Proyas regresa después de Yo Robot, un film demasiado comercial que apuntaba buenas maneras pero que se perdía en el lucimiento de su estrella Will Smith. Ahora nos trae Knowing, un thriller de ciencia ficción, que si bien tampoco nos trae al Proyas de sus dos grandes obras de culto como El Cuervo o Dark City, hay que decir que mejora en algo su anterior film y que parece seguir por buen camino.

Señales del futuro nos presenta una misterios trama en la que una capsula del tiempo enterrada hace 50 años desvela un papel lleno de números que parecen coincidir con catástrofes ocurridas mientras estaba bajo tierra. Nicolas Cage será quien descubra está coincidencia y quien tratará de llegar hasta el final para averiguar que se esconde tras estas predicciones. Proyas filma un intenso film de intriga y de misterio con elementos fantásticos que te mantiene alerta en todo momento sin apenas perder interés. Además, el director hace recaer todo el peso de la acción en Nicolas Cage, regalándole uno de los mejores papeles que ha hecho en los últimos años, ya le tocaba al pobre tener un buen papel en un film digno.

Si en algo destaca Knowing a parte de saber crear una atmosfera y una trama intrigante es en las escenas de desastres filmadas, espectaculares a la vez que crudas y realistas, la escena del avión que hemos visto en los trailers, así como la del metro, son para que se le pongan a uno los pelos de punta por su brutalidad, Proyas no se ha cortado ni un pelo.

Pero un thriller bien construido tiene que tener una resolución a la altura para acabar de dejar un buen sabor de boca, y aquí personalmente creo que la explicación y resolución de los misterios presentados se queda algo floja. No es que no la encuentre lógica, aquí ya cada cual opinará lo suyo, pero no llega a ser tan sorprendente y reveladora como debería, y realmente, Proyas nos va dejando muchas pistas durante el film para que se llegue a intuir y no serán pocos los que le busquen sus similitudes con Dark City, salvando las distancias, en sus enigmáticos personajes llamados susurradores.

Aun y así es un muy aceptable film con una buena trama y con unas impresionantes secuencias de catástrofes que vuelve a colocar a Alex Proyas entre uno de los cineastas más interesantes del panorama actual de la ciencia ficción.

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