Raya y el Último Dragón nos transporta al mundo de fantasía de Kumandra, donde un prólogo nos pone en situación y nos cuenta como humanos y dragones vivían en armonía hasta que estos se sacrificaron para salvar a la humanidad de una misteriosa fuerza maligna que convertía a todos en piedra. Años más tarde, los humanos se han separado en cinco facciones bien diferenciadas con muchos recelos entre ellas. El grupo de Raya vive custodiando la gema del dragón, lo único que queda de ellos y lo que protege al mundo de las fuerzas del mal, pero tras un desafortunado incidente, estas fuerzas regresan para volver a convertir todo lo que tocan en piedra. Ahora, 6 años después, Raya sigue en su búsqueda del gran dragón legendario Sisu para que le ayude a salvar de nuevo al mundo.
El nuevo film de Disney nos sumerge en un viaje de aventuras y en un mundo fantástico en el que hay que decir que no es que se hayan roto mucho los cascos en crear, es sencillo y acaba siendo un refrito de varios cosas ya vistas, no es este su punto más fuerte ni falta que le hace, ya que lo sabe suplir con creces con unos personajes muy carismáticos, empezando por Raya y el dragón, pero sin dejarnos de lado a un buen número de secundarios todos ellos maravillosamente integrados, y también por una historia atractiva cargada de humor y de acción que sabe conquistar tanto a pequeños como a grandes.
Raya y el dragón tendrán la difícil misión de volver a juntar la gema, y para ello tendrán que visitar los cinco reinos en busca de los pedazos, lo que nos sirve por un lado para conocer mejor estos pintorescos lugares y por otro lado para dar rienda suelta a la aventura de ir viajando de un sitio a otro. Este cuento fantástico pretende mostrarnos como el ser humano, en su avaricia y ansias de poder, es capaz de cualquier cosa, incluso de destruir su propio mundo, y como tan solo la confianza entre todos es la única solución para poder salvarlo, algo que no será fácil de conseguir.
Y aquí es donde quizás le veo el mayor lastre al film, que esté todo el rato con el mensaje de la confianza que lo acaba haciendo tan obvio que se hace incluso repetitivo. Esta bien que nos quiera dar una lección sobre humanidad y como los humanos somos mejores cuando trabajamos juntos y todo eso, pero tampoco hacia falta estar con lo mismo cada cinco minutos.
Se nota que Raya y el Último Dragón es un producto muy bien pensado y orquestado, que conjuga todos sus elementos de una manera eficiente, con un apartado visual que desde luego es una maravilla, aunque quizás se hecha en falta un poco más de riesgo y que no se note tanto que está realizada con la idea de contentar a todo el mundo y que nadie se disguste, algo que se nota de manera evidente en ese final que se pasa de edulcorado y en donde todo acaba siendo bonito y perfecto.
2 comentarios
Me ha gustado mucho la película, aunque como bien dices, hecho de menos que arriesguen un poco más con la historia y así le aporte un poco más de emoción. Aún así, a recomiendo.
Si, es muy recomendable, pero le falta algo más de personalidad para llegar a ser una gran película, al final todo acaba siendo bastante estandar y predicible