The Raid fue una de las grandes sorpresas del 2012, y como era evidente su secuela no se hizo esperar, con unas expectativas claramente muy altas que Gareth Evans cumple pero de una manera muy distinta a lo que cabía esperar, ya que este film es mucho más ambicioso y narrativamente complejo, con lo cual se pierde bastante de esa tensión sin apenas descanso de la que hacia gala la primera para adentrarnos en un film más pausado, si es que le puede decir eso, y más elaborado donde se desarrollan algo más a los personajes principales.
En The Raid bastaba con tan solo una breve presentación y no tardábamos en encontrarnos dentro del edificio donde la acción apenas daba tregua hasta el final, una trama sencilla pero efectiva, pero ahora Evans ha querido hacer una trama de mafias y de traiciones mucho más enrevesada y en donde la presentación e introducción de personajes se alarga casi una hora de metraje, recordemos que The Raid 2 dura dos horas y media, con lo que veremos que se extiende bastante.
Continuamos más o menos donde lo dejamos, después de salir del edificio, y con Rama reunido con un policía que quiere atrapar a todos los policías corruptos, y para ello necesitará de su ayuda, ya que tendrá que infiltrarse en una organización mafiosa. Rama deberá hacerse arrestar y entrar en la cárcel para así hacer amistad con el hijo del jefe que se encuentra allí arrestado. Seamos realistas, poco o nada tiene que ver esta secuela con la original, bien podría tratarse de un film completamente distinto y funcionaria igual, ya que el único que repite papel es el protagonista y la historia es completamente distinta.
Se nota que en esta secuela hay mucho más presupuesto, hay más tomas a cámara lenta, muchas más escenas de acción y con mucha más gente implicada, visualmente es impecable, con unos planos muy bien buscados, algunos de gran belleza y estética y otros crudos y duros, y en las escenas de acción muchos pequeños planos secuencia que son brutales. Hay escenas y planos que deben haber sido increíblemente complejos de rodar, la escena coral de la pelea en la cárcel es acojonante, la persecución de coches y la larga escena final por poner un ejemplo de las que me parecen más llamativas, pero es que todas y cada una de las escenas son extraordinarias.
La trama de mafias nos evoca claramente al cine de Kitano o de Johnnie To, pero quizás no es lo que esperábamos de ella, ya que puede descolocar un poco ver como la acción está mucho más diluida, como los diálogos y las intrigas cobran mucho más protagonismo, como al film le cuesta arrancar, como su protagonista Rama no es tan omnipresente. Seguramente sea su mayor problema este cambio de registro tan radical entre una película y otra que nos puede hacer costar un poco entrar en ella si lo que buscamos es más acción directa.
Pero obviando las odiosas comparaciones y teniendo en cuenta lo que nos vamos a encontrar, está claro que The Raid 2 es mucho más en todos los sentidos que su antecesora, más abierta, con más recursos, más enemigos, más violenta y en definitiva más de todo, con lo que es un grandioso y disfrutable film de acción en la que Evans no pierde su seña de identidad, es decir, unas escenas de artes marciales contundentes, implacables, salvajes y sangrientas, algunas de ellas memorables y que deberían ser clásicos instantáneos. Evans además deja la puerta abierta a otra secuela más, con lo que podríamos tener sin duda la mejor trilogía de cine de acción jamás rodada.
1 comentario
De las mejores peliculas que e visto de artes marciales y las e visto todas.
solo falla la musica si llegan a hacertar con eso seria una obra de arte.