Vuelve Ilya Naishuller, el de la gamberra y visualmente rompedora Hardcore Henry con un nuevo film de acción desfasado para deleite de los fans de los mamporros bien ejecutados. Nadie está protagonizada por Bob Odenkirk, conocido por su papel en Breaking Bad, y que compone un personaje ambiguo y hastiado de la rutina, que añora un misterioso pasado que nadie conoce pero que cada día más amenaza con resurgir para escapar de una vida cargada de monotonía y con una familia en la que cada uno va a la suya.
La chispa que enciende su ira es una pareja que se cuela en plena noche en su casa, y aunque consigue reprimir sus instintos, finalmente saldrá en su búsqueda para recuperar un objeto robado. Aunque esta aventura no sale como esperaba, la providencia pone en su camino un grupo que asalta el autobús donde viaja para alegrarle el día. Pero uno de los pobres desgraciados que osan enfrentarse a él, resulta ser el hermano de un importante capo mafioso ruso, con lo que ahora su vida se complicará más de lo esperado y tendrá que pelear por salvar a su familia.
Naishuller compone una cinta de acción en la que no inventa nada nuevo, ni falta que le hace, pero nos regala lo que probablemente sean algunas de las mejores escenas de acción que veremos este año en una película, la del autobús es apoteósica, y ese final ya totalmente desfasado que se lanza con total descaro al placer culpable de disfrutar de la violencia más gratuita sin ningún miramiento, es todo un festival para los sentidos.
Odenkirk compone un personaje que no deja de ser una paródia del héroe de acción pero cumple tanto en los momentos más personales, como en las escenas de peleas, y nada me gustaría más que ver una secuela de esto repitiendo a este Hutch Mansell. Aunque también hay que destacar a un Christopher Lloyd como padre del protagonista que se nota se lo ha pasado en grande metido de lleno en toda la acción.
Naishuller recoge el testigo del nuevo cine de acción mirando a la cara a John Wick, no en vano el film cuenta con guion de Derek Kolstad, guionista de la saga, y eso se nota. Nadie pretende ser puro divertimento de principio a fin, y desde luego que lo consigue con una historia muchas veces vista, pero que sabe encontrar su tono y crear unos personajes carismáticos y con encanto, y sobre todo con unas escenas de acción que llenan la pantalla y que nos dejan con ganas de aplaudir en el cine.