Bong Joon-ho regresa a la ciencia ficción en su nuevo film Mickey 17, una fábula en el espacio basada en la novela de Edward Ashton titulada Mickey7, en la que el director sigue apostando por el mensaje social y la lucha de clases, con una sátira en este caso bastante exagerada y llevada al extremo de la parodia de la clase gobernante, que visto lo visto, tal y como está el patio en Estados Unidos, igual resulta estar más cerca de la realidad de lo que nos pensamos.
Mickey 17 es un film denso y complejo, con multitud de tramas y subtramas, pero que no por ello se hace difícil de seguir y de entender, pero si que es complicado hacer un breve resumen de todo ello. La trama principal se centra en el personaje de Mickey, que para huir de una deuda en la Tierra decide embarcar en un viaje espacial de colonización, pero la lista de candidatos es inmensa, con lo que no le queda más remedio que alistarse como prescindible, un sujeto para experimentos que cada vez que muera será reemplazado por un clon.
Y así empieza el viaje de Mickey por el espacio, con el director jugando con el tiempo y contándonos la historia a través de flashbacks y con la voz en off de Robert Pattinson narrando lo que va sucediendo, ya que la película empieza más o menos a la mitad, justo cuando Mickey 17 cae por un agujero de hielo y debería haber muerto. Y tras conocer la historia de como llegamos hasta ese momento, es cuando Mickey 17 regresa a la nave y descubre que ya han hecho una nueva impresión suya, el Mickey 18, con lo que ya tenemos montado el lío.
Bong Joon-ho nos ofrece una comedia de brocha gorda sirviéndose de unos grandes Mark Ruffalo y Toni Collette en una interpretación muy pasada de vueltas e histriónica como los gobernantes de este viaje de colonización. Pero quien realmente se lleva la palma es un Robert Pattinson soberbio como perdedor resignado a su mala fortuna.
Mickey 17 quiere abarcar tanto que en algunos casos se queda a medias, como en el dilema moral de los clones y su uso como prescindibles, así como el hecho de tener dos clones al mismo tiempo, que provoca una situación anómala que podría dar mucho de que hablar. Tal y como sucedía en Snowpiercer, al final el cineasta se decanta más por esa lucha de clases y esa rebelión contra el poder establecido dictatorial y claramente equivocado en sus propósitos y decisiones, capaces de llevar a la humanidad al fracaso por orgullo o por falta de empatía, como sucede en el tramo final cuando se las tienen que ver con la especie autóctona del planeta al que llegan.
Quizás no sea el mejor Bong Joon-ho, pero se trata de un film lleno de matices, con mucho humor negro y endiabladamente divertido, que puede ser algo más ligero de lo que cabria esperar si lo comparamos sobre todo con su anterior éxito Parásitos, pero no deja de ser un film vestido de blockbuster que sabe ofrecer algo diferente y original.

Una sátira política con muy mala leche
Quizás no sea el mejor Bong Joon-ho, pero se trata de un film lleno de matices, con mucho humor negro y endiabladamente divertido
Lo Mejor
- Un Robert Pattinson soberbio en lo que puede que sea su mejor interpretación
Lo Peor
- Que quiere abarcar demasiados temas y en algunos se queda a medio gas
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Merece la pena