La Cuarta Fase es un film semi-documental que intenta a través de este formato transmitir una sensación de realidad mediante grabaciones supuestamente autenticas confrontadas con la representación del film.
La protagonista es una psicóloga atormentada por la muerte de su marido tres años atrás que empieza a tener unos extraños casos concordantes en la población de Nome, en Alaska. Los terribles acontecimientos que suceden a sus pacientes dirigirán a la doctora hacia la explicación más inverosímil pero más plausible, abducciones extraterrestres.
La Cuarta Fase va introduciendo en su metraje paralelamente, en pantallas divididas, lo que nos muestra el film junto a grabaciones caseras de las sesiones de hipnosis de la doctora a sus pacientes, así como grabaciones de audio de entrevistas y demás. Es un formato que decididamente acaba entorpeciendo más que otra cosa, quizás si el film se hubiera rodado de manera más convencional hubiera sido un thriller algo más emocionante, pero el director Olatunde Osunsanmi ha optado por la experimentación, para bien o para mal.
El film tiene sus momentos, las sesiones de hipnosis llegan a ser lo más intrigante y acojonante de la cinta, aunque acaban resultando bastante artificiosas y dramatizadas. La trama se va poniendo interesante a medida que avanza, pero se empiezan a introducir elementos que no se acaban de desarrollar, el film se limita a contar los hechos pero evita sacar ningún tipo de conclusión sobre lo visto dejando que sea el espectador quien decida finalmente que creer. Lo que pasa es que nos encontramos con sesiones de hipnosis que derivan en escenas similares a posesiones, material grabado con un lenguaje extraño y arcano, y mi parte favorita, la referencia a Dios que termina liándolo todo aun más.
Milla Jovovich sigue insistiendo en convertirse en una musa del terror, si es que ya no lo es, pero lo mejor del film son sus secundarios, un siempre efectivo Elias Koteas y el jefe de policía interpretado por Will Patton, y por mucho que se esfuercen en crear confusión y exagerar las escenas de hipnosis, lo más terrorífico de la cinta es la supuesta real doctora en las entrevistas, que parece el fantasma de un drogadicto esperando su próxima dosis, yo me cruzo con esta señora en la calle y salgo corriendo.
La Cuarta Fase resulta en su intento de simular realidad un experimento fallido cuando sus supuestas grabaciones reales parecen más ficticias que la propia película, que tiene detalles interesantes que no se esfuerza por desarrollar, dejando una sensación de incredulidad al final y de tómatelo como tú quieras que parece que estés viendo un programa de Cuarto Milenio más que otra cosa.
4 comentarios
Sólo una pequeña apreciación: el nombre del pueblo es «Nome».
gracias, mira que lo miré tres veces y al final lo puse mal, si es que…
Tranqui, si yo te contara las mías…
A mí la película, con sus carencias, sí me ha gustado, aunque no me creo una palabra del tema abducciones. Me gusta ese formato semidocumental…
Por cierto, no hay nada misterioso en la civilización sumeria, aunque le ha dado mucho juego al mito de los dioses astronautas.
La cuarta fase: «Asombrosa, polémica y espeluznante.».
Salvo alguna que otra excepcion 😉 esta peli ha gustado bastante a los criticos de muchocine.net:
http://www.muchocine.net/criticas/11660/La-cuarta-fase/sharp
saludos cinefilos!