Llega a Netflix el nuevo trabajo de Yeon Sang-ho, el director de Train to Busan, Peninsula y la serie Hellbound, además de sus dos joyas de animación al principio de su carrera como The King of Pigs o The Fake. Su nuevo trabajo se ampara en la ciencia ficción, presentandonos un futuro no muy lejano donde el cambio climático ha hecho subir el nivel de agua, y los humanos han emigrado en su mayoría al espacio, creando colonias en órbita, un total de 80. Algunas de estas colonias se rebelan y declaran la República Adriana, entrando en guerra tanto con los demás refugios como con la Tierra.
El film empieza fuerte, con los humanos en plena guerra tras décadas de enfrentamiento, y con una escena de acción muy lograda de una humana contra una serie de robots. Todo apunta a que estamos frente a un film de acción entre dos bandos enfrentados con robots de por medio y clones robóticos de inteligencia artificial. La acción nos lleva ahora hasta una gran compañía que está intentando desarrollar un clon robótico perfecto sobre la figura de Jung_E, una mítica combatiente fallecida en su lucha contra la República Adriana. Su propia hija, Seo-hyun, es la que se ocupa de la investigación.
Pero una vez pasada esta primera escena de acción, vemos como la trama se va diluyendo en un drama materno filial sobre la admiración de Seo-hyun por su madre y de como su enfermedad de niña pudo afectarla, y con ello al devenir de la guerra. Ya no será hasta el tramo final que volveremos a tener otra gran escena de acción trepidante, algo que llega un tanto tarde y que no deja de desentonar con todo el drama de la parte media.
Uno acaba pensando que la acción no está bien distribuida, o que directamente sobra si lo que se pretendía es hacer una ciencia ficción más intimista como sucede en buena parte del metraje. Está claro que Jung_E deja unas cuantas ideas interesantes en el tintero que no se dedica a explotar mucho, como el tema de la guerra contra esa República de la que apenas explica nada, no sabemos los motivos de la guerra ni que defiende cada bando. Nos habla sobre el tema de la inmortalidad, sobre clonar cerebros con distintas categorías dependiendo de la capacidad económica de cada persona y nos muestras fascinantes instantáneas de un planeta en decadencia donde el agua cubre los edificios antiguos y se ha construido una nueva vida encima.
Otra de las cosas que me han chocado son algunas de las actuaciones tan pasadas de rosca de algunos personajes, sobre todo el director, que resulta particularmente cargante, en contra posición del personaje de Seo-hyun, que es todo sobriedad y seriedad. Por contra, el film tiene una buena ambientación, visualmente está muy logrado y las escenas de acción funcionan muy bien, con unos efectos especiales muy logrados.
Jung_E parece prometer una cosa cuando empieza, pero poco a poco se va apalancando en un drama intimista que nos va dejando por medio debates morales a tener en cuenta, pero que se llega a hacer un poco cuesta arriba hasta que explota de nuevo en su tramo final, un poco tarde ya quizás para volver a la acción desmesurada, con lo que tenemos un film poco equilibrado en ese aspecto, y además, su supuesto secreto sobre la madre es más que evidente, con lo que en ese aspecto tampoco supone un gran aliciente.