Crítica: Iron Sky

Iron Sky es la perfecta conjunción entre una buena idea y una acertada promoción llevada a cabo. Todo empezó hará ya la friolera de 4 años, cuando se empezaba a dar a conocer el proyecto y se presentó para la ocasión un teaser promocional que no pintaba nada mal. A partir de ahí la cosa empezó a crecer y a recorrer páginas y páginas en blogs y webs de cine, cualquier aficionado al cine de género se hizo eco de la noticia. El año pasado supimos que a causa del mal tiempo los gastos de presupuesto se habían disparado y el proceso de post-producción del film corría peligro. Se pidió a los fans que les echarán una mano a través de la conocida página Verkami, y finalmente este año el film por fin ha llegado a nuestras casas.

Después de tanto tiempo y tantas expectativas creadas alrededor del film suele pasar que luego resulta que la cosa no es para tanto, y eso es precisamente lo que le puede pasar, y de hecho le pasa, a Iron Sky ¿Pero que es lo que podíamos esperar del film? Pues bien, no hay que hacerse muchas ilusiones de entrada, ya que ante todo se trata de una modesta producción, por mucho tráiler espectacular que hayamos visto, y sobre todo es una descarada y desvergonzada serie B con mucho humor.

Todo empieza en el año 2018, cuando se envía una misión a la Luna que descubre la base de los nazis en la cara oculta. Uno de ellos es atrapado para ser interrogado, y resulta ser que nuestro pobre astronauta es un hombre de color, lo que causara no poca conmoción entre los nazis y dará lugar algunas de las escenas más cómicas del film. Tras unas cuantas desventuras, los nazis decidirán enviar una expedición a la Tierra para ir preparando la invasión, pero una vez allí todo se torcerá. No os voy a contar mucha cosa más para no destriparos el argumento.

Iron Sky es ante todo una comedia ligera, si alguien ha visto la anterior película Timo Vuorensola, esa divertida parodia de Star Trek llamada Star Wreck, podrá comprobar que en estilo y humor no se distan demasiado. Si alguien esperaba de esto una aventura seria de ciencia ficción que vaya cambiando el chip, porque nada de eso, Iron Sky no es más que una coña constante y que en ningún momento pretende tomarse en serio a ella misma, la honestidad ante todo.

Si lo mejor de Iron Sky es que no pretende tomarse en serio a ella misma, lo siguiente es su vena crítica, ya que no pierde la oportunidad de retratar a nuestros gobernantes de manera satírica y caricaturesca, aunque no se yo si estará muy lejos de la realidad, por triste que sea. La presidenta de Estados Unidos es capaz de cualquier cosa por volver a ser reelegida, y las reuniones de la ONU son un autentico espectáculo, sobre todo en su tramo final. Y tambien veremos que no todos los nazis son tan malos, de hecho, sus ideales de alguno de ellos distan mucho de los nazis convencionales, y aqui cabe destacar la presencia de una espectacular Julia Dietze, su aparición vestida de negro es admirable.

En lo referente a los efectos especiales, por un lado son aceptables si tenemos en cuenta de que hablamos de una pequeña producción, aunque falla bastante en los fondos generados por ordenador y algún que otro escenario, esa sede de la ONU que es bastante cutre. Se nota que se han gastado una pasta en las escenas de batallas del espacio para que den el pego y se han dejado de lado otras cosas que no se han primado tanto.

 Iron Sky no es una gran película, no nos engañemos por mucho que la esperáramos con ansias, empieza muy bien pero una vez en la Tierra puede llegar a hacerse algo aburrida, y al final le falta épica y fuerza. Su humor puede que no guste a más de uno, muy directo y sin esconder en ningún momento que esto no es más que una comedia con pocas pretensiones por mucho bombo que haya tenido durante estos años. Si nos tomamos el film como lo que es seguramente lo lleguemos a disfrutar en sus momentos más álgidos, pero si creemos que es otra cosa, adiós muy buenas, esta no es tu película y acabarás maldiciendo tantos años de espera para semejante cagada de película.