La nueva película de Charlie Kaufman como guionista y director está basada en la novela de Iain Reid y se anunciaba como un giro al terror del director pero sin perder su esencia característica, como bien se podía apreciar el en tráiler que se pudo ver, pero en realidad, se puede decir que de terror nada de nada, y si que hay mucho de las paranoias habituales de Kaufman, quizás un exceso de estas.
Todo empieza con un viaje en carretera donde la novia de Jake va a conocer a sus padres, que viven en una granja apartada. Tan solo hace pocas semanas que salen juntos, pero ella ya está pensando en dejarlo. Tras una larga, incluso exasperante llegaría a decir, conversación en el coche, llegan a la casa, y es donde el film tiene su punto álgido, cuando Kaufman juega con el tiempo y los personajes, y en una cena hilarante que es sin duda lo mejor que llegaremos a ver.
Y es Kaufman se excede en todo, los largos recorridos en coche y las divagaciones sobre arte, novela, poesía, musicales y cine, son redundantes y no aportan nada a la trama, son más un ejercicio de pedantería que no viene a cuento y que se hacen eternos, tanto cuando van hacia la granja como cuando vuelven de ella. Es Kaufman desatado en estado puro que da rienda suelta a todas sus inquietudes pero se pasa de frenada sin nadie al lado para que lo contenga.
Se podría decir que I’m Thinking of Ending Things trata sobre la soledad y sobre las relaciones que no van a ninguna parte, pero los desvaríos de Kaufman le llevan a complicarse demasiado la vida metiendo un poco de todo, desde el buying a las relaciones familiares entre otras cosas. Y no hablo de ese tramo final onírico y surrealista, que es una preciosidad como está rodado y lo que implica, y que es puro Kaufman, sino de todo el camino recorrido hasta llegar aquí, que es tan desesperante que a uno ya casi no le quedan fuerzas para enfrentarse al nuevo reto que nos propone.
Jessie Buckleyh está perfecta en su papel de novia que no tiene claro seguir con su relación, pero quienes se llevan realmente la palma son Toni Collette que está inmensa y David Thewlis. El que no tengo claro si lo hace genial o no da más es Jesse Plemons, que parece tener siempre la misma cara de palo y que lo que me transmite es que está más cerca de un psicópata de manual que de un novio ideal.
I’m Thinking of Ending Things es ese tipo de película compleja y culta que los críticos suelen poner por las nubes y que luego al gran público en general aburre, y con la que seguramente puede quedar muy bien hacerse el purista, pero la realidad es que alguien debería coger una tijeras y pegarle unos buenos recortes, y quizás así tendríamos algo más digerible. Por mi parte tengo sentimientos encontrados, me fascinan esos momentos en el que Kaufman te sorprende con metáforas surrealistas y se pone en plan David Lynch, pero me cansa cuando se pone a filosofar en exceso ó a meter cosas que no vienen a cuento.
2 comentarios
Es tan jodidamente retorcida, enrevesada y malsana que te deja pegado al sofa, asiento, silla o cama…
Lastima que Kaufman se lie demasiado en dialogos que no van a ningún sitio, pero el resto está muy bien