Como gran admirador de la novela gráfica de Joe Kelly y Ken Niimura, no iba a perderme la adaptación en acción real de I Kill Giants que dirige el debutante Anders Walter y que consigue ser bastante fiel al comic original salvo algunos detalles, que por otro lado son cambios que funcionan de maravilla y por otro lado introduce nuevos elementos que amplían y enriquecen la obsesión de nuestra protagonista, Barbara, obsesionada con matar a los gigantes que acechan su pequeña localidad costera.
I Kill Giants es la historia de una niña que vive en su particular mundo de fantasía, donde se enfrenta a gigantes que amenazan la vida en su pueblo. Les para trampas en el bosque y se enfrenta a ellos sin que nadie la crea ni le haga mucho caso. La llegada de una nueva psicóloga al colegio y la aparición de una nueva niña en el pueblo que intentará hacerse su amiga tendrán la clave para descubrir que es lo que realmente pasa con Barbara.
Walter capta perfectamente la esencia del comic, siguiendo prácticamente al dedillo su trama, incluso con escenas y diálogos calcados que pasan del papel a la pantalla con total naturalidad, y aporta algunos cambios que enriquecen visualmente el resultado, como el cambio de los pequeños duendecillos del comic a las oscuras y tétricas premoniciones que avisan a Barbara de la llegada de los gigantes. También aporta más elementos a la obsesión de la chica, como esos brebajes que va soltando por el bosque, o las runas y marcas que va dejando por el colegio.
Pero en esencia, I Kill Giants es Barbara, una jovencita de gran personalidad y carácter dispuesta a todo para acabar con los gigantes y salvar a su pueblo. En este aspecto, Madison Wolfe hace un gran trabajo, casi perfecto, siendo esa niña rebelde y odiosa que tiene una contestación para todo y que no se deja arrinconar por nadie. El film retoca un poco la rabia exagerada que destila en el comic para ofrecer un retrato algo más melancólico y afligido, pero en esencia es ese mismo personaje, que además está muy bien secundado por Zoe Saldana, Imogen Poots y la joven Sydney Wade.
Siendo una gran película y una gran adaptación, el problema que puede encontrar I Kill Giants es una pobre publicidad, porque a pesar de contar con un buen apartado visual y de efectos especiales, se nota que estos son un poco justos y escasos para lo que está acostumbrado a reclamar el gran público de hoy día, pero en cambio, ofrece sobrada sensibilidad y una conmovedora historia sin caer en la sensiblería, que flirtea con la oscuridad de las fantasías y del acoso escolar más descarado.
4 comentarios
«Un Gigante Viene a Verme». Ese es el título original de esta peli.
Es evidente que la temática es muy similar en ambas pelis, pero si vamos un poco más allá, veremos que I Kill Giants la novela gráfica se publica en 2008, y el libro Un Monstruo Viene a Verme de Patrick Ness es de 2011, con lo cual, aunque esta peli se estrena un par de años despues de la de Bayona, la obra original es anterior.
He visto muchas comparaciones en otras reseñas y creo que a pesar de todo son muy diferentes entre sí, la de Bayona cuenta con un presupuesto mucho más elevado y eso se nota, y aquí es más limitado y eso hace que se juege mas con una ambientación que recuerda mucho a las pelis indies. Y ya sabemos que a Bayona le gusta tirar de lágrima fácil y aquí el tema sentimentaloide es más sutil.
Creo que ambas películas juegan con el mismo concepto pero cada una juega en ligas diferentes y no creo que se pisen entre ellas.
Pero está claro que le dan luz verde a una siguiendo la producción de la otra. Eso nunca ha pasado en la historia de la producción cinematográfica (sarcasmo). Que luego la del «mostro» se la pegara en taquilla fue inesperado. A mí me emocionaron las dos, aunque también es cierto que soy de lágrima floja y lloro hasta con el porno (nunca se casan al final, percibo tragedia y romance).
Es más que probable que haya sido así, ya son bastante de pisarse propuestas entre distintas compañias. A mi, mientras me den películas aceptables o buenas, ya me vale, jejeje