James Gunn dio la campanada hace 3 años con Guardianes de la Galaxia, una película que por mucho que estuviera ubicada dentro del universo Marvel, contaba con unos personajes que eran prácticamente unos desconocidos ya no por el gran público, sino también por buena parte de los que seguíamos de cerca el universo Marvel y sus comics. Pero la jugada le salió redonda, consiguió crear algo distinto cargado de humor y de aventuras que dejo más que satisfechos tanto a público como a crítica.
En esta esperada segunda parte, Gunn se siente mucho más suelto y confiado, y eso se nota, el humor y los gags son constantes, ha aumenta el número de chistes por minuto, los personajes ya nos son conocidos y eso se explota desde el primer minuto donde las puyas entre ellos no cesan. Gunn da rienda suelta a ese humor característico suyo irreverente y absurdo, que no duda en poner en ridículo a sus protagonistas en muchas ocasiones y que funciona de maravilla la mayoría de ocasiones, con tanto gag es normal que en algunas ocasiones no se acierte tanto, pero en general consigue su propósito.
Drax es sorprendentemente quien sale mejor parado de todo este festival del humor, cada vez que abre la boca es para soltar alguna grosería o alguna reinterpretación con la que no puedes evitar reirte, Dave Bautista se siente muy cómodo en su papel y se nota. El otro gran acierto del film es hacer que Groot sea un bebé, es tan tierno y dulce que cada vez que aparece se come al resto, vale que no hace gran cosa en toda la película y que es tan solo el recurso gracioso, incluso puede llegar a cansar en alguna ocasión, pero es tan adorable que la verdad es que da bastante igual.
Gunn nos ofrece entonces un festival de aventuras y humor mucho más desvergonzado que en su primera parte, pero si hay que buscarle algún pero a esta secuela es que argumentalmente no es tan redonda como su primera parte. De hecho, da la sensación de ser una película un poco de puente entre la primera y su tercera entrega donde Gunn se preocupa por acaba de definir a sus personajes y cerrar algunas de sus tramas pero en la que la Fase 3 de Marvel no avance en absoluto, no hay referencias a las gemas ni a Thanos y sin referencias a nada de lo visto en el resto de películas Marvel.
Tanta sobrecarga de humor también acaba pesando en el desarrollo de la historia, parece que Gunn está más interesado en crear situaciones ridículas y gags que al conjunto le falta algo de cohesión. Esto por suerte no acaba siendo un excesivo hándicap, vale que a veces todo va sucediendo a gran velocidad y de una manera un tanto atropellada, pero Gunn cuenta con unos personaje con tanto carisma y presencia que consigue minimizar estos defectos.
Si la primera entrega ya era un claro homenaje a los 80, esta lo es aun más si cabe, ya no tan solo con su gran banda sonora, sino con un buen puñado de guiños la mayoría de los cuales están destinados a todos aquellos que vivimos aquella época, vamos que un crio de hoy día no creo que vaya a valorar mucho esa obsesión con el coche fantástico, por poner un ejemplo.
Gunn vuelve a ofrecer un gran entretenimiento en el que hay que dejarse llevar sobrecargado de humor y en donde la familia vuelve a ser el eje central. Para bien y para mal, con todos su excesos y sus fallos, es una película muy disfrutable, dos horas de espectáculo de evasión muy logradas y que la confirmación de que Gunn volverá a ocuparse de la tercera entrega nos deja muy tranquilos y confiados en su continuación.