Crítica: El Hobbit, Un Viaje Inesperado

Han pasado ya más de diez años desde que dio comienzo una de las trilogías más celebradas del cine, la adaptación de El Señor de los Anillos de la mano de Peter Jackson que nos transportó al fantasioso y maravilloso mundo de Tolkien dando vida a sus creaciones de una manera magnifica y sobre todo espectacular.

El Hobbit es la otra gran obra conocida de Tolkien, la primera que escribió basada en el maravilloso mundo que luego llegó a definir con El Señor de los Anillos. En principio fue escrita como un cuento para divertir a sus hijos, lo cual se nota en el tono desenfadado y casi infantil de la novela, lo cual no le quita su gran éxito conseguido y además ser una lectura ligera para introducirse después en el fastuoso y más complejo mundo de El Señor de los Anillos.

Peter Jackson vuelve a dirigir, lo cual le otorga ya de entrada una coherencia innata con su anterior trilogía, si que se nota quizás un tono más desenfadado en este caso a la hora de narrar las aventuras de Bilbo Bolson, con más humor y con unas escenas de acción más rocambolescas, comparar la batalla de minas Moria con esta en las Montañas Nubladas es claro ejemplo, parece como si Jackson pretendiera seguir la estela de las escenas de acción imposibles y llenas de cabriolas de su adaptación de Tintín. Es disfrutable y divertido, yo en Tintín disfrute mucho, pero en esta ocasión hubiera preferido más tensión y sentir realmente el peligro que ver como los enanos se quitan a los trasgos de encima sin apenas esfuerzo y con poca credibilidad.

Visto que El Hobbit es una novela que es una cuarta parte de El Señor de los Anillos, y que ha sido adaptada en dos películas de casi tres horas de duración, era de esperar que se ampliara la historia con nuevos detalles y escenas nuevas, como así ha sido. Me ha gustado por una parte la incursión en la historia de Radagast, así como el concilio de los magos debatiendo el porvenir de la Tierra media y como se nos cuenta lo del nigromante, que apunta a que en la segunda parte podamos ver más cosas que en el libro solo se mencionan de pasada.

Pero por otro lado no he acabado de entender mucho la incursión de los orcos aquí, más que como parte del pasado de los enanos, creo que demasiados enemigos por todos lados que le acaba restando emoción e interés al relato. Hay un detalle del cual estaba casi seguro iba a aparecer, y es que en el libro, Gandalf no da muestras en ningún momento de percatarse de la importancia del anillo que encuentra Bilbo, de hecho juraría que en el libro Gandalf ni siquiera se entera de que encuentra el anillo, cosa que aquí, a la primera de cambio ya le echa el ojo.

Como todo buen film de la saga, El Hobbit empieza con un esplendido prologo en que se nos muestra como los enanos vivían en Erebor una época de gran riqueza y armonía, y como la llegada del dragón Smaug acabó con la tranquila vida de los enanos y de las gentes de Valle. Nos quedamos con las ganas de ver al dragón, que tendrá que esperar a su secuela para mostrarse en todo su esplendor. Lo que si que hemos podido disfrutar es la oportunidad de volver a ver de nuevo a Gollum, la escena del juego de acertijos es de lo mejor que nos ha dejado el film.

Tengo la sensación de que El Hobbit, Un Viaje Inesperado, funciona mejor en escenas sueltas de gran belleza o de gran calado, que no en su conjunto. Se han añadido muchas cosas que no  estaban en la novela para darle más profundidad a la trama, algunas funcionan mejor que otras, y al finalse ha acabado acusando la falta de tiempo para desarrollar a los principales personajes como es debido, que deberia haber sido lo más importante.

Nos hemos quedado a mitad de la trama, pero queda aún mucho por contar, y miedo me da si encima le vamos añadiendo historias, como parece ser con el nigromante, de que el atropello sea aun mayor de lo visto en esta primera entrega o de que nos saltemos cosas a toda prisa o que directamente no aparezcan, tendremos que esperar un año para comprobarlo.