Llega a las carteleras el último trabajo de Guy Ritchie, para el que ha contado una vez más con Jason Statham, con el que ya ha trabajado en más de una ocasión, y que se trata de un remake del film francés titulado Le Convoyeur. Despierta la Furia, que es como se ha titulado en España (Wrath the Man en inglés), es un thriller de acción donde Ritchie se aleja de sus excesos habituales con la cámara para ofrecernos un encuadre mucho más sobrio, con unas excelentes escenas de tiros, no encontraremos aquí demasiadas peleas cuerpo a cuerpo estilo John Wick, el fuerte aquí son las armas y el fuego cruzado.
Statham interpreta a un misterioso hombre que entra a trabajar como guarda de seguridad en una empresa de furgones blindados. El día que atracan su furgón, desata sus habilidades ocultas de combate y con las armas, y se convierte en héroe, pero está claro que hay algo más, un propósito que se guarda para estar en el lugar que está, algo que descubriremos más adelante.
Statham sigue haciendo de Statham, de tipo duro y parco en palabras, que habla susurrando y que no está para muchas bromas, que tiene momentos en que resulta un tanto exasperante tanta chuleria, pero hay que reconocer que es un papel que le sigue funcionando cuando el entorno es el correcto, y en esta ocasión lo es, y que de carisma va sobrado para encarar este tipo de papeles, como demuestra una vez más.
Ritchie se centra en la trama dejando de lado su tono más gamberro y las filigranas con la cámara, y lo hace filmando de manera elegante y concisa, y además jugando con el tiempo dentro de la historia cuando toca desvelar el pasado de algunos personajes, que será manera de que vayamos cuadrando a los personajes y sus motivaciones. Con una banda sonora que se va repitiendo de manera constante, llegamos al contundente acto final de implacable acción en una larga secuencia en donde, las comparaciones que se han hecho con Heat, el magnífico film de Michael Mann, no son para nada gratuitas.
Despierta la Furia nos deja un thriller de lo más solvente y consistente, donde el aspecto urbano se convierte en un elemento más con el que interactuar, y los atracos son su punto más fuerte, así como una trama que vamos descubriendo alrededor del personaje de Statham a través de saltos en el tiempo. Richie acierta de pleno en su enfoque con un film trepidante que culmina en un tramo final de infarto.