Crítica: Desde Mi Cielo

Peter Jackson se aleja de las grandes producciones épicas para adaptar la novela Desde Mi Cielo de Alice Sebold en una pequeña historia intimista sobre el asesinato de una niña de 14 años, pero sin renunciar a las técnicas digitales que esta vez usa de manera elegante y sofisticada para representar el cielo donde va a parar la joven después de ser asesinada y donde observará el devenir de la vida cotidiana de su familia después de su muerte y como reaccionan ante ella.

Jackson apuesta por un relato edulcorado y familiar de la novela, y eso queda claro al obviarnos los escabrosos detalles del asesinato de la niña y su violación, que el libro si nos relata de manera cruda, y se hace aun más presente en la parte final del film que llega a ser incluso algo empalagosa.

El film consigue sus mejores momentos cuando se acerca más al thriller en el intento de la familia y la policía por descubrir al asesino que cuando flirtea con el drama. Esta claro que Jackson consigue algunas escenas realmente bellas, sobre todo las representaciones aparatosas del cielo donde se encuentra la niña, y algunas escenas tensas, como la incursión de la hermana en la casa del asesino, pero en su conjunto demuestra no definirse muy bien entre la mezcla de drama y thriller con elementos fantásticos y sobre todo quedan algo deslucidas las interacciones desde el cielo con la realidad de la familia.

Otro de los problemas del film es el poco lucimiento que tienen los actores protagonistas, siendo tan solo destacables en sus papeles la joven Saoirse Ronan con unos ojos azules que llenan la pantalla cada vez que aparece y Stanley Tucci que consigue recrear un asesino en serie metódico e introvertido de manera eficiente.

Desde Mi Cielo acaba siendo un film extraño, que peca de sensiblero y que intenta contarnos tantas cosas que en muchas de ellas se queda a medio camino y que personalmente me ha dejado bastante indiferente, no ha conseguido motivarme lo suficiente como para hablar maravillas de él, pero el buen hacer de Jackson tras la cámara y una cuidada producción, lo dota de suficiente belleza en algunos casos como para no llegar a caer hasta el umbral de simularse a un telefilm de sobremesa.