Cuando se realiza un remake, una nueva versión o una adaptación de un comic, película o libro que conocemos bien, tendemos a ser bastante más críticos de lo habitual con el resultado si este no es lo suficientemente fiel a la obra original, no somos muy amantes de los cambios. Yo mismo soy un claro ejemplo de ello, últimamente en reseñas como la de Valerian o la de Ghost in the Shell, pésimas adaptaciones que influyen a la hora de valorar el resultado final.
Todo esto viene a cuento a raíz de toda la mala sangre que se ha desatado por la adaptación en Netflix de una obra de culto como es Death Note de Adam Wingard. En esta ocasión, es de las pocas veces que desconozco casi por completo el material original, hace tiempo que me quiero poner con él, pero entre una cosa y la otra siempre se va quedando atrás. Con lo que me enfrento a la adaptación de una manera virgen, y como tal, tengo que admitir que he disfrutado bastante de la versión de Wingard y que pese a sus errores, considero que es un film de lo más resultón al no estar afectado por las constantes comparaciones ni cabreos cuando se cambian cosas o personajes.
Wingard hace un buen trabajo en el poco tiempo del que dispone para abarcar lo que supongo es una extensa obra, lo que hace que el guión vaya con el acelerador puesto prácticamente desde que empieza. Aunque puede resultar un poco chocante algunos giros precipitados, Wingard consigue dotar de tal solidez la trama que a uno se le olvida rápido y no tarda en dejarse llevar por todo lo que sucede, que no es poco.
Lo más interesante sin duda del film viene del enfrentamiento entre el protagonista y L, una especie de misterioso detective que ha sido entrenado toda su vida y del cual te quedas con ganas de saber mucho más, pero vuelvo a decir, que no hay demasiado tiempo para detalles. Wingard se deja llevar y nos ofrece un buen espectáculo visual, se nota mucho su mano y que viene de un film como The Guest, obviaremos por un momento lo de Blair Witch, y ese gusto por lo ochentero que se puede apreciar claramente.
Quizás lo que más choque es un final apresurado y bastante inverosímil, pero tampoco es que moleste demasiado una vez ya te has dejado llevar por la película los rocambolescos giros finales no son para tanto. Me molesta mucho más por ejemplo que a la chica no se por donde cogerla y que parece que actúa en más de una ocasión dependiendo de lo que requiere el guión. Pero en general me lo he pasado bastante bien y he disfrutado del duelo entre Light y L, y de ver a Willem Dafoe convertido en Ryuk, otro personaje que también llama mucho la atención.
Es muy probable que de haber leído el manga ó de haber visto el anime ó alguna de sus adaptaciones de acción real, ahora estaría quejándome y poniendo la película a parir por sus diferencias y cambios, pero es lo que tiene la virginidad, que como no conoces nada más que lo que acabas de ver, y te ha gustado, pues te quedas convencido de que no ha estado nada mal.