Crítica: Deadpool y Lobezno
Quien le iba a decir a Ryan Reynolds que iba a conseguir rodar una trilogía de Deadpool y que iba a petarlo de esta manera con unas películas llenas de violencia y de palabrotas. Y es que en esta tercera entrega, ya de la mano de Marvel, Reynolds no se corta un pelo en meterse con todo y con todos, llevando al personaje incluso un paso más por encima que en las anteriores entregas en cuestión de mala leche.
Ya desde la espectacular secuencia de inicio con los títulos de crédito, mezcla de baile y de escena de acción violenta y sangrienta, deja claro que en esta nueva entrega no se ha ablandado ni un pelo y que sigue igual o más gamberro y políticamente incorrecto que nunca. Aunque está claro que la mayor expectación de esta tercera película era la presencia de Lobezno, con un Hugh Jackman mucho más desatado interpretando de nuevo al personaje del cual ya se había retirado, y haciéndolo de una manera soberbia incluso con el traje amarillo clásico de los comics que nunca antes se habían atrevido a ponerle.
La trama nos cuenta como… Seamos sinceros, la verdad es que la trama es lo de menos y seguramente sea el punto más flojo del film, pero es que aquí hemos venido a ver acción, sangre, y a Deadpool soltando barbaridades por la boca, y también a Lobezno peleándose con Deadpool, y más acción y más barbaridades… Y no nos olvidemos de los cameos, que está vez se ha superado de nuevo y de los que mejor no hablar porque lo mejor es llegar al cine sin saber nada e ir descubriéndolos a medida que se presentan.
La química entre Reynolds y Jackman es brutal, las escenas de acción están muy logradas, que los dos tengan factor de curación hace que se puedan pelear entre ellos sin contenerse, y son escenas realmente salvajes, al igual que los diálogos entre los dos y como no dejan de insultarse y faltarse, es de lo más gratificante ver a un Lobezno que no contiene el lenguaje y más violento que nunca.
Deadpool y Lobezno tiene muchos cameos y muchas referencias, es verdad que hay que estar bastante puesto para pillarlas todas, pero el que te dejes alguna tampoco es ningún impedimento para disfrutar de una película que nos da exactamente lo mismo que las anteriores e incluso más, que justo lo que le pedimos a una película así. Ya veremos si Reynolds es capaz de superarse en una nueva entrega, pero yo apuesto a que sí.
