De Naturaleza Violenta es uno de los slasher que más está dando que hablar este año tras su paso por Sundance donde destacó por su particular premisa, la de ofrecernos un slasher de corte clásico pero centrándose en el punto de vista del asesino, en este caso Johnny, una especie de zombi vengativo enterrado que despierta cuando un grupo de jóvenes roban el relicario que lo mantenía en calma.
La idea es buena, pero también complicada de poner en práctica y de que funcione, y Chris Nash, un especialista en efectos visuales que rueda su primera película, consigue salir bastante airoso. Ya en sus primeros compases vemos que Nash utiliza la cámara fija y el ritmo pausado que va a marcar una constante para el resto del film, la cámara se mueve básicamente para seguir al monstruo de espaldas caminando por el bosque, como si de un videojuego se tratara. También comprobamos que apenas tiene banda sonora y sí en cambio mucho ruido ambiental de bosque, con sus pajaritos y todo eso, que nos hace sentir que estamos allí en medio, en plena naturaleza. Además, el 4:3 con el que está rodado le sienta en este caso muy bien.
Johnny busca su relicario, y para ello va a ir masacrando sin escrúpulos a cualquiera que se cruce en su camino armado con su hacha, su cadena con ganchos y su máscara, que no falte la máscara en todo buen slasher que se precie. Las muertes van creciendo en intensidad y en violencia, hay alguna muy lograda y realmente original, que al final es lo que hemos venido a ver en un film de estas características, y en este sentido no decepciona.
Realmente resulta curioso ver un slasher desde el punto de vista del asesino, como este se va moviendo imperturbable y encontrando sus presas a las que ataca sin piedad, y ver como sus victimas se percatan tarde de su presencia y van cayendo como moscas. Nash consigue que su criatura tenga su propia leyenda y maldición, no es que sea nada del otro mundo pero funciona para lo que es el caso.
De Naturaleza Violenta consigue con las reglas básicas del slasher y con un guion de lo más sencillo darle una vuelta al género, y Nash consigue con sus enfoques de cámara fija y su falta de banda sonora otorgarle al film una vertiente artística y de cine indie que viste muy bien. ¿Que es un buen slasher sin sus secuelas correspondientes? Pues ya tenemos anunciada la secuela de este para el año que viene, allí estaremos.