Es la noche de Halloween y un grupo de personas se embarcan en un viejo tren de vapor para una noche en la que participarán en un juego de misterio y asesinato tipo Asesinato en el Orient Express. Al poco de empezar el juego, algo parece no ir del todo bien, pero eso no será lo pero de todo, ya que el tren acabará descarrilando y el vagón de los pasajeros irá a parar a un lago donde se verán acechados por una monstruosa criatura marina.
Nos encontramos en D-Railed un film de bajo presupuesto con actores no demasiado convincentes y un aspecto visual algo pobre, con lo que no esperéis un monstruo muy del otro mundo, que es un tío con un traje y apenas se deja ver. No le negaremos que su punto de partida es bastante original, la cosa es que va mutando de géneros a medida que avanza, de una película de misterio e intriga, a una película de atracos hasta llegar a parar a una de catástrofe y supervivencia, y a la aparición de un monstruo que, seamos realistas, no pintaba nada con el resto de la trama, pero se le debió de meter en la cabeza a alguien que la película tenia que ser de mosntruos.
Y por si esto fuera poco, y cuando uno ya pensaba que se habían acabado las sorpresas, llega uno de esos finales que te deja con el culo torcido y que pretende dar una explicación a todo lo ocurrido, cuando la verdad es que tampoco era necesario complicar más la cosa con el trote que llevamos encima ya con tanto giro.
Aun no se si el guion de D-Railed es una desvergonzada genialidad o una tomadura de pelo, pero desde luego hay que reconocer que es como ver 3 o 4 películas en una, tiene un poco de todo, y como encima no dura demasiado, apenas llega a la hora y media, pasa todo bastante rápido, que quizás sea lo mejor que podemos decir de ella.