Crítica: Broken Rage

Como buen seguidor de Takeshi Kitano, no podía perderme su última trabajo, un film de apenas una hora de duración titulado Broken Rage donde el director nos ofrece un experimento que funciona más como curiosidad para sus fans que como obra que pueda pasar a la posteridad. Eso si, Kitano demuestra que tiene ya una edad en que hace lo que le da la gana y como le da la gana, y que dure muchos años más.

El film se divide en dos partes, en la primera nos cuenta la historia de un implacable asesino a sueldo, es un gustazo volver a ver a Kitano empuñando una pistola con su clase característica. Kitano interpreta aquí a un frio y firme asesino al cual no le tiembla el pulso a la hora de cumplir los encargos que le llegan en un sobre a una cafeteria. Cuando es atrapado por la policía, tendrá que colaborar con ellos para atrapar a una banda de traficantes de drogas si no quiere ir a la cárcel.

Esta primera media hora es un típico film de yakuzas pero muy simplificado si tenemos en cuenta los líos de personajes y tramas que muchas veces hemos visto en su cine, es sencillo pero funciona bien dentro de que dura media hora y no hay mucho tiempo para más. En la segunda mitad ya la cosa es diferente, nos encontramos con la misma historia exacta escena por escena, en la que ahora, Kitano es un asesino a sueldo patoso y al que nada le sale a derechas, estableciendo una parodia exagerada y surrealista en contraposición de la primera parte.

Esta claro que el humor que destila Kitano en esta segunda mitad no va a ser plato para todos los gustos, yo mismo reconozco que no siempre le funcionan los gags, pero también me he reído bastante con alguno de ellos. Y es que el director da rienda suelta a lo más disparatado y absurdo que se le ocurre, con momentos totalmente hilarantes.

Parece que Kitano ha querido unir en un film dos puntos de vista totalmente distintos y que claramente representan su carrera, por un lado la seriedad de los films de yakuzas con un asesino sin escrúpulos y despiadado, personaje que no muestra nada que no hayamos visto antes ya en muchas de sus películas, pero que siempre es un gustazo recuperar, y por otro lado la comedia absurda y delirante con la que también demuestra que se lo sabe pasar en grande. Desde luego no es lo mejor que ha rodado, lejos queda ya su mejor época, pero sigue teniendo su toque y por mí que siga así muchos años más.

Por cierto, tenéis el film disponible en Prime Video, aunque no tiene subtítulos en español.