Crítica: Blade Runner 2049

Hay que quitarse el sombrero frente a Denis Villeneuve, no nos queda otra. En un tiempo en que el cine comercial en gran medida peca de simplón y condescendiente, plagado de secuelas tardías, reboots y precuelas sin alma, que un director sea capaz de parir una secuela treinta años más tarde de un film de culto y que esta no sea una cagada ya dice mucho, pero es que Villeneuve va mucho más allá y se atreve con un film muy complicado que dura más de dos horas y media, y que no está plagado de acción, persecuciones y efectos imposibles, sino que es prácticamente todo lo contrario. Si ya demostró con Arrival que un cine de ciencia ficción diferente es posible, con Blade Runner 2019 se corona como una de las pocas esperanzas del cine actual capaz de ofrecer sin que le tiemble el pulso un cine comercial alejado de las modas y con entidad propia.

Blade Runner 2049 hereda el aspecto visual del film original y lo eleva a su máximo exponente aprovechando las técnicas actuales pero con un gusto exquisito, uno no sabe si Villeneuve pone la cámara o hace directamente preciosas fotografías llenas de color, textura y vida, con planazo tras planazo en uno de los films más bellos visualmente que hemos podido ver en los últimos años, una absoluta delicia para los sentidos que no se olvida de una poderosa banda sonora que evita las comparaciones con la original sin olvidarse de ella pero atronando a base de graves.

No quiero hablar del argumento, no es necesario y si algo han hecho bien es ocultar su trama en unos tiempos en que parece que te han de contar media película cuanto menos antes de ir al cine. Blade Runner te cuenta de que va en su primeros 10 minutos, y es capaz de jugar contigo y engañarte en su orquestado plan capaz de sorprenderte en el buen sentido de la palabra, me encanta cuando saben hacerlo bien y no es todo gratuito.

Blade Runner es una de esas secuelas innecesarias que nos ha ofrecido el cine actual, y la mala cabeza de Ridley Scott, que contra todo pronostico se erige como la mejor continuación que se le podía pedir a un film de culto como el que nos ocupa, ya podemos dar gracias que Ridley le paso el testigo a Villeneuve, porque visto lo que está perpetrando con la saga Alien, es lo mejor que nos ha podido pasar a todos los que tenemos el film original en un pedestal. Ahora ya podemos sumar también a ese pedestal esta secuela.