Le tenia muchas ganas a esta adaptación de la obra de Osamu Tezuka, un manga de 1974 que suponía la primera incursión del autor destinada a un público adulto. Una obra que empieza como capítulos sueltos que flirtean con lo sobrenatural y que poco a poco se va centrando en una historia de amor de tono oscuro y de ritos extraños y ocultismo que tiene bastante miga y que supone una muy complicada adaptación en formato película.
El film está dirigido por Macoto Tezuka, hijo del propio Osamu, que traslada con algunos aciertos y algunos errores la obra de su padre, pero en conjunto podemos decir que capta bastante bien el tono de la obra y le otorga ese carácter de erotismo malsano y enfermizo que se mezcla con la inspiración del autor por su obra y su creación.
Barbara es una joven de lo más extraña, una vagabunda borracha que un buen día se encuentra Mikura tirada en el suelo del metro recitando versos y la lleva a su casa. Mikura es un escritor de éxito en Japón y su relación con Barbara no empieza con muy buen pie y acaba echandola de casa al cabo de un rato. Pero Mikura empieza a tener extraños encuentros sexuales de los que siempre acaba salvado por Barbara. Mikuro quiere cambiar de rumbo, quiere publicar una novela seria y que deje huella y no lo que ha estado escribiendo hasta ahora, y encontrará la inspiración en Barbara, de la que acabará enamorándose, lo que le llevará por caminos que nunca pensó recorrer.
Macoto nos presenta el film a ritmo de Jazz, algo que será una tónica en la película y que no le sienta nada mal. Es evidente que adaptar todo el material original era una tarea imposible, y se nota que se quedan cosas en el tintero, pero decide centrarse en lo enfermizo de la relación de amor entre los personajes, que ya era un tema central en la obra, pero nos deja algunos flancos sin explorar como el éxito de las nuevas novelas que publica Mikura gracias a la presencia de Barbara y su declive posterior, que era algo fundamental en el manga.
Son un gran acierto sus dos protagonistas, tanto Gorô Inagaki como Yosuke Mikura, que tiene ese aire de escritor presumido y creído pero que esconde sus propios demonios, y Fumi Nikaidô, que está espectacular en un papel nada fácil pero que sabe manejar con mucha soltura en sus distintas facetas, de borracha y vagabunda a figura erótica e inspiradora.
Aunque el film tiene un tramo final un tanto alargado y poco agradecido, es una atrevida y fascinante adaptación de la obra original con sus buenos momentos sacados directamente del manga y que no rehuye ni su faceta más erótica ni su parte más controvertida. Quizá le pesa demasiado el no poder abarcar todo lo que implica el manga, que toca muchos palos, pero al menos, la parte en la que decide centrarse cumple y además, no entra en muchas explicaciones, los que quieran saber más deberán acercarse a la obra original que merece mucho la pena.